LA CAJA TONTA

"Free Rainer" es un film alemán dirigido por Hans Weingartner y que es su segunda incursión tras las cámaras después de “Los edukadores”. La verdad es que tuve una sensación de estar viendo una película diferente al resto de la sala del Kursaal en la sesión matinal, ya que mientras la gente parecía pasárselo en grande a mi me pareció de lo más banal...

La historia intenta plantear una crítica ácida sobre el mundo de la televisión-basura reflejando la vida de un famoso productor de programas de éxito que se replantea su vida después de tener un accidente de coche y junto a una pandilla de “freakies” deciden descubrir como manipular los índices de audiencia y combatir así la programación para darle mayor contenido cultural.
El problema que le encuentro a este film es que siendo una comedia se toma demasiado en serio a sí misma y encuentro que acaba siendo devorada por los propios males que intenta criticar.

Según su director “nos pasamos la vida protegiendo nuestro cuerpo, pero no nuestra alma ni nuestro cerebro”, por eso ha querido hacer un “film inteligente, no intelectual”. Y ahí veo yo el problema, ¿quién decide lo que es bueno o no para televisión? ¿Y lo que es inteligente o no? ¿Las audiencias están manipuladas y la gente no tiene capacidad de decidir lo que quiere ver? Weingartner se atreve a asumir ese papel y contestar a esas preguntas, y por supuesto a decirnos lo que tenemos que ver (incluyendo su película, claro), pero casualidades de la vida no se atreve a hacerlo desde un punto de vista serio y con rigor, sino que opta por una comedia extravagante que busca la complicidad del gran público dejando de lado la credibilidad de la historia y de los personajes, lo que desmonta la teoría que él mismo nos pretendía vender, ya que él también busca mayor audiencia de la forma más sencilla igualito que las cadenas televisivas a las que critica.

Es cierto que tiene sus momentos divertidos, como la escena del monopatín (la cual fue una improvisación del actor), y que contiene algunas ideas brillantes (el programa del super-bebé del principio), pero también es cierto que a los 20 minutos de proyección ya había desconectado con una propuesta llena de fuegos de artificios que pese a todo pareció conquistar al gran público donde esta vez no me sentí representado.

U.C. (Daniel Farriol)